Piensa en tu conferencia como si fuera un discurso Sé que es un gran esfuerzo, pero lo mejor es redactar tu discurso como si fueras a leerlo. De esa forma tu discurso tendrá una mejor estructura y no dejarás nada a la improvisación. También te permite controlar el tiempo que va a durar tu presentación, conocer el ritmo y las pausas y destacar aquellas ideas que son más importantes. Primer consejo: escribe tus ideas como un discurso. Elige las palabras adecuadas y subraya las ideas más importantes. Léelo y practica. La presentación es para tu público Uno de los errores habituales de un conferenciante es pensar que la presentación se hace para recordar lo que tiene que decir. La presentación no es para ti, es para tu público. Por eso no debes hacer la presentación pensando en lo que tú necesitas, sino en lo que necesita tu público para comprender y retener lo que le estás diciendo. Si duplicas el mensaje, si repites lo que dices en diapositivas con un texto muy largo, que requiere una lectura detenida (incluso con puntos y con jerarquías), el público desconectará de lo que estás diciendo y prestará atención a lo que tiene que leer. Eso es malo. Porque si puede leerlo lo mismo que puede escuchar, eres prescindible en la presentación y eso es lo peor que le puede ocurrir a un conferenciante. Segundo consejo: piensa en lo que tu público necesita para recordar tu mensaje. Estructura tu presentación y aporta un beneficio a tu público. Extrae de tu discurso palabras-fuerza Saca de tu discurso ideas que se puedan representar con una palabra, una frase o una imagen y que permitan comprender (y retener) lo que estás explicando. Estas ideas permanecerán en la pantalla mientras tu hablas y recordarán a tu audiencia en todo momento (y sin esfuerzo) qué es lo que tiene que recordar. Todo tu discurso se grabará en su cabeza con un “link” fácil de recordar, con una imagen o una palabra, de tal forma que cuando quieran recordar lo que dijiste puedan visualizar aquellas imágenes o palabras importantes. El cerebro hace el resto y permite recordar las ideas gracias a esos links. Tercer consejo: sintetiza tus ideas en palabras o imágenes que sean fáciles de recordar. Serán los links a los que se fijen tus ideas en su cerebro. Bueno, con estos tres consejos continuamos la serie de artículos para mejorar la capacidad de Divulgación Científica de nuestros investigadores y de las personas que se dedican a descubrir nuevas formas de mejorar el mundo y que necesitan nuestro apoyo porque son pieza fundamental del crecimiento y la evolución de la sociedad. ¿Crees que estos consejos te ayudarán a mejorar tu próxima presentación? Si te ha gustado esta información puedes suscribirte al Boletín de Divulgación Científica dejándome tu nombre y correo en el formulario que hay en la página. Más información: Si estás interesado, puedes aprender más consejos en estos artículos sobre Técnicas de Divulgación Científica. Si necesitas ayuda con tu proyecto contacta conmigo a través del formulario que hay en la página. Y te agradezco de antemano que difundas esta información en tus redes sociales y a tus conocidos, o que aportes tus comentarios.]]>
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