Emprender en una pequeña población es un reto. Emprendimiento para luchar contra la despoblación en España. Esa es la receta de los políticos ante su incapacidad para implementar medidas efectivas. Y no quiero decir que el emprendimiento no sea una buena solución para ganarse la vida hoy en día. Digo que emprender debe ser una decisión tomada según las circunstancias del mercado, porque si no es así, el emprendedor no será capaz de tener éxito en su negocio. Pero a pesar de esta puntualización, vamos a ver algunas consideraciones a la hora de emprender en una pequeña población.
Contenidos de este artículo:
Fomento del emprendimiento para luchar contra la despoblación
La lucha contra la despoblación en España es una tarea que compete a las instituciones que nos gobiernan, sean del color que sean, tengan la circunscripción que tengan. Ellas son las que deben promover las condiciones adecuadas para que la legislación, los recursos materiales y humanos, las infraestructuras favorezcan la aparición de negocios, la consolidación de aquellos que ya existen y la generación de oportunidades de vida en cualquier parte del territorio.
En la pasada Feria Nacional para la Repoblación de la España Vacía, Presura, celebrada en Soria, el consejero de empleo de la Junta de Castilla y León, afirmó que el gobierno autonómico que él representa, apuesta por impulsar el emprendimiento social para “desarrollar las zonas escasamente pobladas“. Bueno, es correcto que se apueste por eso, pero no puede ser la única medida que se tome.
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Las medidas anunciadas en esa Feria se encuentran enmarcadas en el Programa Interreg, que lidera Castilla y León y en el que colaboran varias regiones europeas, en vigor hasta junio de 2021, y que contará con fondos de la Unión Europea.
De nuevo, quiero dejar claro que aprovechar fondos europeos no es malo para el desarrollo de las zonas escasamente pobladas. El problema está en cuando se fuerza el emprendimiento como única salida para el desarrollo de poblaciones sin tener en cuenta las necesidades del mercado o del entorno.
Ecosistemas económicos y sociales para fomentar el emprendimiento
Después de muchos años montando diferentes negocios, unos que han ido mal y otros que han ido un poco mejor, pero, sobre todo, después de asesorar a cientos de emprendedores en todo el mundo que han visto como sus ilusiones, sus recursos y su trabajo no daba frutos adecuados, puedo decir que el emprendimiento no siempre es la mejor solución, aunque el emprendimiento pueda ser una solución.
Para que el emprendimiento sea una solución es necesario crear ecosistemas económicos capaces de absorber la demanda de los productos o servicios que van a generar esos emprendedores.
Un emprendedor no produce nada al mismo precio que un negocio consolidado y menos si está industrializado. Su negocio está en proceso de lanzamiento y consolidación, con procesos no depurados y con capacidad de negociación con los proveedores escasa.
Por tanto, el ecosistema económico debe ser capaz de asumir esa dificultad inicial para competir. Solo en raras ocasiones el emprendedor tiene una diferencia competitiva que le hace ser más fuerte que sus competidores. En esos casos no es necesario ningún tipo de ayuda. En los otros sí. De ahí la necesidad de programas que minimicen los riesgos del emprendimiento.
Por otra parte, hace falta una concienciación social para asumir que en ocasiones es necesario no comprar el producto más barato. A veces es necesario comprar el producto que se hace más cerca, el que se hace por alguien que acaba de montar su negocio en tu comarca, porque sin tu apoyo es imposible que ese negocio pueda salir adelante.
Es cierto que los negocios deben funcionar por sí solos, porque evidentemente si el mercado no necesita lo que haces o no puedes ofrecerlo al precio adecuado es muy difícil competir. Pero precisamente, en el cálculo del precio por parte del emprendedor y en la percepción del mismo por parte del cliente debe estar ese apoyo manifiesto a los negocios que están intentando consolidar población, riqueza y oportunidades en entornos escasamente poblados.
Es responsabilidad de todos hacer que esos negocios mejoren y finalmente sean competitivos.
Somos lo que consumimos
Cuando basamos todo el trabajo en las subvenciones o en las ayudas, estamos pagando igualmente a través de nuestros impuestos un sobrecoste. Sin embargo, el negocio no depende de sus cientos o miles de clientes, sino de la Administración y de sus ayudas. Cuando se pierde esa ayuda la situación del negocio es insostenible. Sin embargo, cuando se pierde el apoyo de algunos clientes que no pueden asumir el sobrecoste por la falta de competitividad inicial, quedan otros muchos clientes que siguen apoyando porque su apreciación del precio incluye la labor social de apoyar el emprendimiento.
Entiendo que este es un debate complejo, pero lo que debemos hacer como personas, como consumidores, es entender que con cada acto de consumo estamos eligiendo cómo queremos que sea nuestro mundo. Nosotros, con nuestras decisiones, construimos nuestro futuro. Solo desde esta perspectiva se puede emprender en una pequeña población.
Deslocalización, teletrabajo, ecommerce… ¿qué es el mejor para emprender en un pueblo?
Deslocalización, teletrabajo, ecommerce… existen diferentes opciones para tener un trabajo sin estar ubicado cerca de tu cliente potencial, cada una con sus pros y sus contras, pero ¿cuál es el mejor para emprender en una pequeña población?
Para poder resolver esta pregunta debemos conocer cada una de estas opciones y ver en qué casos son más adecuadas para montar un negocio en un pequeño pueblo o en una ciudad pequeña, en la que puede que no esté cerca nuestro cliente potencial.
¿Por qué voy a emprender en un pueblo?
Puede que la primera pregunta que surja sea pero ¿por qué voy a emprender en un pueblo o en una pequeña ciudad? Allí no hay negocios, no hay clientes, no hay nada… está muerto ¿por qué se me iba a mí a ocurrir emprender en una pequeña población?
Pueden existir muchas razones para emprender en una pequeña población y muchas para no hacerlo, pero lo que jamas debemos hacer es tomar la decisión contra nuestra propia voluntad.
Si queremos irnos de una pequeña población para conocer otros espacios, para cambiar nuestra vida, esa es una decisión completamente legítima y que nadie debe cuestionar. Pero por el contrario, si nos encontramos a gusto en nuestra pequeña ciudad, en nuestro pueblo, y queremos continuar allí, lo que no puede ser es que pensemos que no existen alternativas ni caminos para ganarse la vida (en lo que nos gusta) allí donde vivimos.
Existen negocios que requieren una presencia espacio-temporal en la que coincidan la oferta y la demanda de un producto o servicio. Es lo que ha ocurrido siempre con los negocios offline, con las tiendas, las empresas… se hacía coincidir la fabricación o la venta de un producto/servicio con la necesidad de un cliente potencial. Y para que funcionase de forma correcta se debería poner a la venta en un espacio determinado (un mercado, por ejemplo) y en un momento determinado (en el horario en el que los clientes iban a comprar los productos).
Esto es algo que todos entendemos porque llevamos 5.000 años en un mercado que funciona de esta forma. Evidentemente, en este tipo de negocios, si en tu pueblo no hay clientes potenciales suficientes para que sea rentable, no debes invertir.
Pero existen otras alternativas que nos brinda la digitalización y la conectividad, que rompen con esa necesidad de coincidencia espacio-temporal y que permiten abrir negocios de muy diversa índole en cualquier parte en la que exista una buena conexión a Internet (y una gran dosis de creatividad). Y ahí es donde tenemos una oportunidad para emprender en una pequeña población.
Deslocalización, una oportunidad para empresas medianas
La conectividad y la digitalización propiciadas por el desarrollo de las infraestructuras de Internet han permitido el desarrollo de cualquier industria moderna, las 4.0, en cualquier parte del mundo en la que exista una banda ancha.
Esta posibilidad es una gran oportunidad para las empresas medianas que pueden desarrollar tecnologías, desarrollos informáticos, diseño industrial… en definitiva conocimiento, productos y servicios de alto valor industrial para España, un país que se encuentra muy lejos de ser la vanguardia de la industrialización del siglo XXI. Pero precisamente por eso, hay una oportunidad para llevarnos esas industrias 4.0 a pequeñas poblaciones donde los costes son menores y la calidad de vida compensa una dedicación muy alta al trabajo (largas jornadas de trabajo, estrés por trabajo… que se compensarían con un estilo de vida más saludable y un entorno poco estresante).
Estamos hablando de ingenierías de software, ingenierías de diseño de producto, consultoras de tecnología o negocio, empresas con pocos trabajadores pero muy cualificados, que requieren en algunas ocasiones naves de producción u oficinas altamente tecnológicas, muy robotizadas, y cuyas necesidades básicas son: conectividad física (carreteras que permitan el traslado de los productos que se desarrollan de forma física) y conectividad digital (que permita realizar pedidos para cualquier parte del mundo que necesite nuestro producto).
Es cierto que en estos momentos ambos tipos de conectividad no son de máxima calidad en la España despoblada. Pero también es cierto que en los próximos años veremos un desarrollo exponencial de la capacidad de conectividad, sobre todo digital, de gran parte de las regiones de nuestro país. También, aunque en menor medida habrá un incremento de la capacidad de conectividad física, tanto por el desarrollo de infraestructuras de transporte más rápidas y eficaces, como por el desarrollo de nuevas formas de transporte que hoy ni comenzamos a vislumbrar, como es el transporte con drones.
La industria 4.0 es la gran apuesta industrial de una Europa que ha perdido el tren de la competitividad en el desarrollo de hardware a manos de los países asiáticos. Es cierto que en software tampoco estamos a la vanguardia, pero el desarrollo de la Inteligencia Artificial (AI) y el Internet de las cosas (IoT) van a propiciar una nueva oportunidad en los próximos años al viejo continente, siempre que nos pongamos manos a la obra.
El tipo de empresa que va a triunfar en los próximos años en el nuevo modelo industrial 4.0 es aquella capaz de atraer el talento de los mejores desarrolladores de productos y servicios, la que sea competitiva no solo en costes, sino también en creatividad y la que vea el mundo como su mercado potencial. Y este tipo de trabajadores podrían no estar todos ellos físicamente en el mismo espacio.
Para que las pequeñas poblaciones puedan tener la oportunidad de atraer este tipo de negocios a sus polígonos industriales deben comenzar a trabajar en dotar a estos polígonos de conectividad física pero sobre todo digital. Una de las cosas que deben ofrecer, además de metros cuadrados, es infraestructuras de conectividad digital dimensionadas para no quedar obsoletas en 20 años. Estas infraestructuras deben contar con cableado de fibra óptica de alta capacidad pero también contar con el apoyo de los grandes operadores de telecomunicaciones para que doten de servicios de calidad estos polígonos (redes 5G).
Los responsables de gestión de estas pequeñas poblaciones deben promover iniciativas que atraigan a estas industrias e incentiven la generación de proyectos entre sus propios vecinos, que salen de estas poblaciones para estudiar en las mejores universidades del mundo y cuando terminan no encuentran motivaciones par regresar a esas pequeñas poblaciones. Ese tiene que ser el gran reto de los próximos 10 años en los consistorios de pueblos y pequeñas ciudades, crear una oferta de espacio y de infraestructuras atractivas para la industria 4.0.
Teletrabajo, una oportunidad para autónomos y profesionales
En el caso del teletrabajo estamos en una situación similar, pero a una escala menor. El teletrabajo es una oportunidad para autónomos y profesionales que pueden ejercer su profesión conectados a Internet. Para ellos no es tan importante que existan infraestructuras de conectividad física y digital de alta capacidad, como que exista una conexión a Internet de banda ancha de las habituales.
Este tipo de profesionales suele trabajar en pequeños negocios relacionados con la consultoría, el diseño en sus múltiples facetas y el desarrollo de software o de webs. Son negocios en los que su trabajo se realiza a través de teléfono móvil (cada vez menos), correo electrónico y sistemas de mensajería digital. Para todo esto es necesario poder contar con conectividad digital.
Existe otro tipo de profesionales que trabajan en grandes empresas que permiten el teletrabajo. Estos suelen tener que viajar más porque suelen tener que ir a sus oficinas de vez en cuando, por lo que es necesario que tengan capacidad de moverse con facilidad desde su lugar de residencia a puntos de transporte rápidos (por lo que esas líneas de autobús que tardan horas en llegar hasta la ciudad no son efectivas) y a través de ellos a grandes urbes donde están sus centrales.
También hay profesionales que tienen horarios concentrados en ciertos días de la semana, incluso que no trabajan todos los días, incluso no lo hacen todas las semanas. Me refiero por ejemplo a profesionales por turnos como los médicos o los bomberos que trabajan jornadas muy largas y luego descansan varios días, personal de vuelo de aerolíneas que viajan varios días seguidos y luego descansan… este tipo de profesionales valoran mucho lo que pueden hacer en esos momentos libres y poder disfrutar de cosas a veces sencillas pero que para los trabajadores tradicionales, con horario tradicional, no son asumibles.
En este caso, la capacidad que tienen los responsables de la Administración para atraer a estas personas es reducida puesto que se mueven por motivaciones personales, individuales y poco parametrizables. Si hay algo que sí se puede hacer es no poner trabas a un emprendedor que quiera emprender en una pequeña población, facilitando trámites administrativos, favoreciendo en la medida de lo posible el desarrollo de su negocio y poniendo a su disposición la capacidad (poca o mucha) del ayuntamiento de dar visibilidad al negocio.
Ecommerce, negocios tradicionales con un enfoque digital
El tercero de los modelos de negocio que se analizan en este artículo es el comercio electrónico, ecommerce o tienda online. Se trata de un tipo de negocio que rompe las barreras espacio-temporales de las que hablaba un poco más arriba y aprovecha la capacidad de Internet de conectar oferta y demanda en cualquier momento del día, en cualquier parte del mundo.
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Las tiendas online pueden ser de productos físicos o virtuales. El éxito de este tipo de negocios está en su capacidad de llegar a su público potencial a través del posicionamiento orgánico en buscadores (SEO) y del marketing de atracción.
En algún otro momento reflexionaremos sobre el tipo de negocio más adecuado en cada caso, pero para no entenderme mucho en este artículo te diré que aquellos negocios online con capacidad de escalabilidad (necesitan el mismo esfuerzo para dar servicio a 10 o a 10.000 clientes) son los más rentables y más atractivos.
En el caso de los ecommerce es importante tener en cuenta las necesidades logísticas del proyecto. Cuando tenemos productos físicos que comercializamos a través de una tienda online hay que tener en cuenta que debemos ser capaces de hacerlos llegar hasta nuestro cliente en un plazo breve de tiempo, a un coste bajo y cuando el cliente quiera recibirlo.
Para ello debemos contar con un partner de Logística adecuado a nuestro producto y que comprenda nuestras necesidades. No por contar con el más caro o el más grande vamos a tener mejor servicios. A veces estas grandes empresas de logística no se preocupan por nuestro producto. En España uno de los más fiables y económicos es Correos, que en los últimos años ha hecho un esfuerzo muy interesante por transformarse en un operador logístico.
Otra opción es convertir nuestro negocio en un dropshipping, un negocio que no dispone de los productos en stock, sino que solicita el envío del producto desde el propio fabricante al cliente, sin manipularlo. El problema de estos negocios es que tienen muchos puntos por los que puede hacer aguas (la relación con el cliente depende del servicio que den los proveedores, estos pueden llegar a convertirse en tus competidores, controlar precios…).
También puedes crear un marketplaces, como Amazon. No me refiero del tamaño de Amazon, sino a su modelo de negocio. El marketplace es un tipo de tienda online en la que otros negocios ponen sus productos a la venta a cambio de una comisión. Todo el peso de la gestión está en manos del otro negocio y el éxito llega si eres capaz de aglutinar tantos proveedores y tantos productos que el tráfico de búsquedas lo dominas y los clientes prefieren ir a tu tienda online porque van a encontrar todo y a un precio adecuado.
Los marketplaces o son muy grandes como Amazon o Alibabá o son muy nicho, con un producto y unos clientes muy específicos. Los intermedios no funcionan.
Como has podido ver existen varias posibilidades para emprender en un pueblo a través de trabajos, proyectos, negocios que basan su crecimiento y éxito en Internet, bien sea por la capacidad de trabajar sobre la Red, de vender en la propia Red o de conectarte a través de la Red. No renuncies a vivir donde quieras solo porque allí no hay trabajo. Puede que crear tu propio empleo sea una buena opción.
La importancia del diseño en el marketing de un pequeño negocio
Si hay una cosa que puede marcar la diferencia en un negocio pequeño es la creatividad y el diseño en el marketing. En un mundo globalizado y donde la competencia está en cualquier búsqueda de Internet, en cualquier competidor local o en un negocio que no es ni de nuestro sector, ser creativo y aplicar esa creatividad al marketing a través del diseño puede ser la diferencia entre ser o no ser. Así que si quieres emprender en una pequeña población debes tener grandes dosis de creatividad y mucho control de las estrategias de Marketing.
El Diseño en el Marketing
La mayoría de las veces cuando hablamos de diseño en el marketing pensamos en hacer algo llamativo y extravagante, pero nada más lejos de la realidad. El diseño tiene que tener una funcionalidad cuando se aplica en nuestra estrategia de marketing. A veces puede ser la de llamar la atención, pero en la mayoría de las ocasiones el diseño se usa para hacer que el producto o el servicio cobren el valor que merecen. Es el caso de Apple (aunque estos no son un pequeño negocio :-D).
El diseño, por tanto, no es algo que puede analizarse desde la perspectiva personal, de los gustos de cada uno y de nuestras manías. El diseño, como la contabilidad, la gestión del talento o la contratación de una campaña en medios online, debe responder a unos objetivos y a una planificación. Desde este punto de partida, el diseñador no es “un tipo que hace unos dibujitos“, sino un profesional que analiza desde su disciplina y su creatividad el problema y ofrece la solución más adecuada.
Así que, desde ya, dejemos trabajar a los diseñadores y dejemos de juzgarlos como si supiéramos tanto como ellos de su profesión (salvo que seamos también diseñadores, claro está).
Como aplicar el diseño al Marketing
El diseño es una herramienta de comunicación al servicio del marketing. En este sentido, si el marketing está enfocado a vender, el diseño ayudará a esta labor a través de su capacidad para trasladar el mensaje de una forma visual y emocional. Y si vas a emprender en una pequeña población el diseño va a ser un elemento diferenciador.
El diseño debe estar supeditado a las líneas maestras marcadas en la estrategia de Branding de la empresa. Esta estrategia es la que define quiénes somos como negocio, como marca, y cómo nos vamos a relacionar con nuestros públicos. En función de ese “cómo” tendremos que elegir un estilo y unos elementos que definan nuestro diseño y que debemos aplicar a todo lo que nos ayude a comunicarnos, a relacionarnos con nuestro cliente:
- La marca: se entiende por marca todos los elementos diseñados dentro de lo que técnicamente se conoce como Identidad Visual Corporativa (logo, colores, tipografías…). El diseño de nuestra marca es, probablemente, el más importante, teniendo en cuenta que es uno de los elementos (o conjunto de elementos) que más se van a repetir en nuestro marketing. Por tanto, es muy importante que no se tome a la ligera ni la elección del nombre del negocio, ni el diseño de la parte más visual de la marca. Es tradicional entre los emprendedores y los pequeños negocios no dedicar recursos profesionales ni económicos al diseño de la marca. Este error es subsanable, pero cuanto peor es el diseño de una marca (y no me refiero al trazo de la misma, sino a que no se haya reflexionado sobre lo que debe representar y significar) más difícil va a ser que esa marca conecte con su público objetivo.
- El tono de voz de la marca: otro de los elementos fundamentales de la comunicación es el tono de voz. Este es un elemento que no corresponde al diseño gráfico, sino al diseño de elementos intangibles. El tono de voz es la forma en que vamos a comunicarnos, la calidez o la seriedad con la que vamos a relacionarnos con nuestros públicos, la forma en que nos dirigiremos en cada uno de los elementos de comunicación y marketing. Ese tono de voz también afecta a la forma en que se diseñarán luego los elementos visuales. Si somos una marca seria no podremos diseñar de forma desenfadada. Si somos cercanos no podemos diseñar elementos que nos alejen de nuestros clientes.
- Los espacios: este es otro elemento muy importante al que hay que prestar especial atención. El diseño de los espacios de nuestro negocio, sean oficinas, sea una tienda o un espacio comercial, sea un local al que vienen los clientes como puede ser un bar o una consultoría… representa también el mensaje que queremos transmitir. No solo debemos representar la marca en nuestro espacio, aplicando el logo, los colores, etc. sino que hay que transmitir con todos los elementos de la decoración, con la señalética, con la distribución de los espacios el talante y el tono de nuestra voz. No podemos decir que somos muy abiertos y luego tener una oficina con despachos que tienen las puertas siempre cerradas. O un negocio ecológico en el que toda la decoración es poco ecológica.
- Las redes sociales y los medios de comunicación propios: la web, las redes sociales, el canal de youtube, son medios propios y podemos diseñar elementos gráficos para que representen nuestra marca. Desde el icono de nuestro Instagram a la forma en que creamos nuestros vídeos o el diseño de nuestra web, son elementos de comunicación y son muchas veces la primera frontera que cruza nuestro cliente para adentrase en nuestro ecosistema del negocio. Si cada uno es “de su padre y de su madre” no habrá coherencia y el cliente no podrá percibir el mensaje que queremos transmitirle.
- La publicidad en medios pagados: cuando hacemos campañas de publicidad en otros medios, su creatividad también debe responder a los mismos criterios de coherencia que el resto. Por eso no debemos dejar que nos diseñe la publicidad el medio, que nos haga el anuncio de radio la emisora o que nos diseñe el banner el que compra la campaña en facebook. Todos esos elementos deben tener un estilo similar. Si no tienes un creativo a mano, lo mejor es partir de un libro de estilo de tu marca, un brand book, que explique el tono de voz de la marca, los elementos de diseño de la marca y cómo debe ser la publicidad.
- Los uniformes: si los espacios son importantes, el uniforme cuando se trata de negocios de cara al público es fundamental. Cualquier negocio debe tener definido cómo visten los empleados cuando se relacionan con sus clientes. Esto no significa que tengas que llevar levita como en un hotel, tu estilo puede ser desenfadado, informal o con unas prendas de vestir habituales, pero siempre debe ser similar. Si quieres ir con vaqueros y camiseta como hacía Steve Jobs (Apple) o Mark Zuckerberg (Facebook) es una opción. Si prefieres ir de traje, es otra. Nada está mal, si es coherente con el mensaje de tu marca.
- El packaging: el envoltorio de tu producto tiene varias funciones y una de ellas es representar la primera impresión o el primer contacto con tu producto. Además, debe servir para almacenar, proteger y transportar el producto, pero una vez resuelto ese tema, nuestra siguiente preocupación debe ser que sea el comienzo de una experiencia en el consumo de nuestro producto. Y aquí no hay nada definido, solo debe representar el espíritu de tu marca.
- Los precios: sí, los precios también se diseñan. Como la voz no se trata de un diseño gráfico. El precio debe representar el valor que vamos a obtener con el consumo de un producto. Cuando vamos a consumir tenemos la sensación de que ese producto o servicio nos va a aportar algo a nuestra vida. Pagaremos más o menos en función del valor que demos a ese algo. Una caña a las dos de la tarde con un pincho tiene un valor. Una cerveza en la terraza del local de moda de la noche en un destino turístico tiene un precio (normalmente) muy superior. Y el producto es similar. Sin embargo, la expectativa de recibir más valor (representación social, diversión, relaciones, ligar…) nos hace pagar más por la cerveza de la noche que por la de la mañana.
Todos estos elementos son, por tanto, susceptibles de ser trabajados desde el punto de vista del diseño, para transmitir el mensaje que queremos hacer llegar a nuestro cliente. A la hora de concebir el diseño en el marketing de tu negocio míralo desde una perspectiva global y procura asesorarte por un profesional.
El objetivo es la diferenciación: el diseño en el marketing nos diferencia
Y el objetivo siempre es el mismo. Ser diferente a tus competidores. Pero no diferente por ser diferente, sino ser diferente para encontrar un hueco libre en el cerebro de tu cliente y ser recordado por cosas positivas que te ayuden a vender.
No vale decir, pues voy a ser diferente y voy a poner la caña con patatas fritas de toda la vida a 10 euros y así me diferencio del bar de enfrente. No, eso no vale, porque lo que conseguirás es ser diferente pero por cosas que no te benefician. Si quieres ser diferente, ofrece un mejor producto o una mejor experiencia que tu competidor y “vístelo” de forma más atractiva.
En este sentido el diseño te va a ayudar a diferenciarte. Si tu local es más agradable, tus empleados más amables, tu producto está mejor presentado, tu servicio es inmejorable y el precio es adecuado, tu capacidad de competir y de ganar clientes aumenta.
A veces, la diferenciación tendrá que llegar por un cambio en la forma de afrontar el negocio. Si los bares que te rodean son tradicionales, quizá tengas que ser creativo e innovar. A lo mejor un local de bebidas naturales, enfocado a una clientela menos propensa a ir de cañas, con un ambiente más “moderno” y familiar puede ser una alternativa. Para definir eso hay que analizar bien el mercado.
Cómo llegar a otros mercados si tengo un negocio en una pequeña población
Si vas a emprender en una pequeña población te tiene que preocupar cómo vas a llegar a tus clientes, sobre todo, si no están cerca de ti. La realidad es que los clientes que tenemos a nuestro alrededor pueden ser muy pocos, pero eso no quiere decir que sean nuestros “únicos clientes potenciales”. Esa es una visión de marketing muy antigua.
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Para llegar a otros mercados hay que cambiar de mentalidad
En esta vida, para tener éxito en un negocio debes salirte de tu zona de confort y pensar de otra forma. Si tu problema es que vives en un pequeño pueblo y la cantidad de clientes potenciales naturales que tienes tu alrededor es muy pequeña, con lo que tu negocio no es muy rentable, tendrás que llegar a otros mercados para encontrar allí más clientes y hacer que funcione.
Esto es muy fácil de decir, pero sé que en estos momentos estás pensando “ya, y dónde me voy yo a buscar clientes“. Pues como todas las respuestas en esta vida comienza con un “depende”.
¿De qué “depende” la forma de buscar nuestros nuevos clientes?
En primer lugar va a depender de nuestro negocio.
No es lo mismo tener un negocio de producción que un negocio de servicios. No es lo mismo necesitar intermediarios para llegar a los mercados que no necesitarlos. No es lo mismo si vivimos en un pueblo cerca de una carretera principal que si vivimos en un pueblo en la montaña. No es lo mismo tener acceso a Internet que no tenerlo…
Así que, como toda estrategia debe resolver el peor de los escenarios probable, vamos a plantearnos que nuestro negocio es de productos, necesitamos intermediarios, el acceso a otros mercados es difícil e Internet solo sirve para mandar whatsapps.
Y a partir de ahí, veremos otros escenarios más sencillos para legar a otros mercados en mejores condiciones.
Soy productor, a 60 kilómetros de una carretera nacional y sin banda ancha
Esta situación es la de muchos productores del sector primario (ganadería o agricultura) que hay en nuestro país. Es la peor de las situaciones y ellos lo saben perfectamente. Sus productos son perecederos, sufren los vaivenes de los precios en los mercados en función de la oferta y la demanda, no fijan sus precios, sino que los fijan empresas muy grandes contra las que no pueden competir y en muchas ocasiones, sus negocios están en lugares remotos y donde no hay Internet de banda ancha.
Resolver este escenario no es sencillo. La estrategia requiere salirse mucho de la zona de confort, de las soluciones habituales. Mientras sigamos repitiendo los mismos patrones que hemos mantenido hasta el momento, el resultado siempre será el mismo. Y si ese resultado no nos gusta, no nos sirve.
Entiendo perfectamente que, si estás en esta situación, puedas decirme que yo lo veo muy fácil escribiendo desde mi ordenador. La respuesta es que sí, que lo veo más fácil de lo que lo ves tú. Y que se debe sin duda a que no tengo el problema encima. Pero debo decirte que mi profesión, la de consultor, también tiene sus problemas y que resolverlo supone un proceso similar al que debes seguir tú.
Veamos las estrategias que podemos seguir:
- Llegar a otros mercados exigirá encontrar aliados y alianzas que hoy no tienes: muy probablemente pertenezcas a alguna asociación sectorial. Esa es una buena idea, en grupo es más fácil sobrevivir a los depredadores (eso lo saben bien las cebras de la Sabana). Sigue ahí. Pero si la solución no ha pasado por ellos hasta ahora, debes buscar otros aliados que quizá estén en sectores complementarios al tuyo. A veces un negocio no funciona (o no logra vender todo lo que necesita) porque se encuentra incompleto. Explora alianzas con productores de otros sectores que sean cercanos, sin ser lo mismo.
Te pongo un ejemplo:
Si eres un agricultor o un ganadero en lugar de vender a una empresa que pone tu producto en el mercado (procesado, sin procesar…), encuentra una empresa que necesite tu materia prima para realizar un producto que tenga un valor mayor en el mercado (por ejemplo un producto más artesanal o exclusivo).
- Crece hacia arriba o hacia abajo en tu negocio: la mayoría de las veces el crecimiento de un negocio se produce al aumentar la capacidad de producción. Es un crecimiento horizontal. Sin embargo, también puedes crecer verticalmente, asumiendo otros procesos de producción que están por debajo o por encima del tuyo. Si eres un productor de materia prima el crecimiento solo puede ser por encima, pero puede ser una forma de llegar a otros mercados (o en este caso a otros clientes diferentes en el mismo mercado).
Te pongo un ejemplo:
Si eres un viticultor puedes seguir vendiendo tus uvas a quien hace vino o puedes comenzar a hacer tu propio vino. En función de lo que tú tienes puede que comiences a comprar vino a otros viticultores de la zona o, simplemente, hagas el vino y lo vendas a clientes finales. El valor de un producto procesado, un producto que es experiencial y que no tiene intermediarios es mucho mayor y más rentable. Es cierto que tiene otros riesgos, pero es que ya te he dicho que debes salir de tu zona de confort.
Soy productor, cerca de la autopista y tengo internet
Ahora vamos a ver algunas otras opciones un poco más sencilla de resolver. En este caso vamos a ver cómo llegar a otros mercados si eres un productor que tiene una conectividad adecuada.
Las soluciones anteriores también valen, ya te he dicho que la mejor estrategia es la que resuelve el peor escenario probable y si resuelve ese también resuelve otros más sencillos. Pero eso no significa que esos escenarios más simples no se puedan resolver de otras formas.
- Si estás cerca de una vía rápida puedes acceder a otros mercados: tus productos pueden llegar a otros mercados, incluso al cliente final si los consume sin procesar (por ejemplo fruta o verdura). Esto te permite llegar a otros mercados y clientes saltándote a los intermediarios. Saltarse a los intermediarios es una ventaja si eres capaz de negociar de tú a tú con quien vende tus productos o con tu cliente. También exige que asumas el trabajo que hace el intermediario de transporte y de comercialización de los productos. Ganas más, pero tienes otros trabajos. De nuevo te recuerdo que hay que salirse de tu zona de confort.
Te pongo un ejemplo:
Si eres un productor de fruta y verdura y además has apostado por la verdura ecológica o simplemente por una fruta de gran presencia, puedes dirigirte directamente a mercados donde ese producto es apreciado y valorado económicamente. Es evidente que esto te va a conllevar un problema logístico que debes repercutir en los costes de venta, pero también es cierto que hoy en día, si estás cerca de una vía rápida la logística es mucho más sencilla y económica que lo era hace años.
- Si tienes banda ancha puedes llegar al cliente final con un ecommerce: si tienes una vía rápida e Internet va como un tiro lo tienes aún más fácil (léelo con la prudencia de cualquier negocio). Llegar a otros mercados es más sencillo a través de Internet.Pero debes ser consciente de que en función del producto que tengas, de lo perecedero o delicado que sea, el radio de acción de tu negocio aumenta o disminuye. Si tienes un producto que aguanta perfectamente el transporte y no es muy voluminoso, puedes llegar a cualquier parte del mundo. Eso no significa que debas intentar abarcar todo el mercado, pero sí significa que existe esa posibilidad. Hace 30 años nadie podía plantearse vender unos pendientes o un cuadro cerámico en Australia si tenía su taller de cerámica en Chapinería (Madrid). Sin embargo Olga Sánchezlo hace.
Te pongo un ejemplo:
Si eres un productor de mermeladas ecológicas o de aceite ecológico puedes crear tu propio ecommerce y vender a través de la web o de las redes sociales tus productos a buena parte de España. Lo puedes hacer en realidad a cualquier parte del mundo, pero los costes de producción y logística estarían desequilibrados. Si tu producto tiene un precio mucho más elevado, entonces sí que puede merecer la pena vender a otras partes del mundo. En cualquier caso, los costes de creación de una tienda online hoy en día son tan bajos que es una alternativa muy viable para cualquier negocio con acceso a Internet.
Soy un profesional o una empresa de servicios y tengo banda ancha
Y finalmente, vamos al negocio más sencillo para llegar a otros mercados. Es el de los servicios o el de los productos digitales.
Cuando uno trabaja ofreciendo su talento, su experiencia y sus capacidades a otros negocios a través de servicios y encima no tiene problemas de acceso físico ni digital, el mundo es, literalmente, suyo.
- Eres un consultor de servicios: si eres un profesional y prestas servicio a otras empresas o particulares, puedes vender esos servicios a través de Internet.Incluso si tus servicios son presenciales, puedes hacer que la comercialización se realice a través de la red. En este caso, lo que necesitas es tener una web o unas redes sociales que te permitan llegar a tus clientes potenciales y, a partir de ahí, hacer una planificación de tu tiempo.
Te pongo un ejemplo:
Si eres profesional de la peluquería, de la consultoría de negocio, del diseño… puedes vender tu trabajo a través de una web o de las redes sociales. En el caso de que tengas que ir a donde están tus clientes deberás tener en cuenta los desplazamientos como parte del servicio, puesto que son horas que no estás ganando dinero con tu trabajo. Si puedes teletrabajar entonces la cosa pinta aún mejor, puesto que puedes estar diseñando en pijama (o no) desde tu casa.
- Vendes productos digitales: sin duda alguna, el mejor de los negocios es el de los productos digitales. Si tu negocio es formación online, música descargable, contenidos en general, libros… puedes vender a cualquier parte del mundo sin problema, de día y de noche, sin tener que hacer nada más que crear el mejor contenido del mundo. Se trata de negocios escalables. Puedes estar creando un curso online de luthier que te compran 10 o 10.000 personas (te aseguro que existe).
Te pongo un ejemplo:
Joan Boluda era un empleado de banca en Mataró (Barcelona) que un día decidió hacerse consultor de Marketing online. Pero en lugar de dedicarse solo a hacer consultoría entendió que el negocio le vendría si era capaz de crear una comunidad alrededor de un podcast. Se le da tan bien que la comunidad ha crecido y ya son decenas de miles en todo el mundo. Pero no se quedó ahí. Él nunca está en su zona de confort, así que vio la oportunidad de crear cursos de marketing y desarrollo web online en vídeo. Lo hizo y hoy tiene la academia online más grande y especializada de España con más de 200 cursos. Con una suscripción de 10€ al mes, boluda.com factura miles de euros mensuales y es un negocio en crecimiento constante. Por supuesto, Joan también hace consultoría, que es lo que más le gusta.
En fin, que los negocios no son fáciles, pero eso ya lo sabes. Si tienes que llegar a otros mercados porque lo que antes funcionaba ahora no lo hace tan bien, debes salir de tu zona de confort y buscar soluciones que te pueden parecer una locura, pero que debes explorar. Por supuesto, tu negocio puede que no se adapte perfectamente a ninguna de las ideas que yo he expuesto aquí, pero quizá te hagan reflexionar y encontrar tu solución. Si vas a emprender en una pequeña población no puedes quedarte en tu zona de confort.
¿Pueden las redes sociales ayudarme si voy a emprender en una pequeña población?
Las redes sociales están presentes en nuestras vidas desde hace pocos años. Quien más o quien menos hace uso de ellas en su vida, pero ¿pueden ayudar a la promoción de un negocio en un pueblo? La respuesta es sí, normalmente.
Las redes sociales pueden ayudar a la difusión de información y a la creación de una comunidad alrededor de una idea o un proyecto. Esto permite que puedan ser utilizadas para la promoción de un negocio en un pueblo, en una pequeña ciudad o en cualquier parte del mundo. Y esto es lo verdaderamente relevante para nuestros intereses. Las redes sociales nos abren una puerta al mundo independientemente de dónde esté nuestro negocio.
Cómo puedo usar las redes sociales si tengo un negocio en un pueblo
El uso de las redes sociales en la vida privada de las personas no tiene nada que ver con el uso profesional de las mismas. Esto es algo que debemos entender porque si hacemos uso de las redes de la misma forma probablemente cometamos errores que hagan que se vea perjudicado nuestro negocio.
En primer lugar hay que planificar el uso que vamos a dar a las redes. Estableciendo lo primero unos objetivos, un público y un plan de acción para publicar de forma regular y ordenada.
Objetivos para promocionar un negocio en un pueblo
Si has tenido la oportunidad de ver la entrada sobre el Plan de negocio o el Plan de Marketing verás que hago mención a la necesidad de establecer objetivos. En un caso serán objetivos de negocio y en el otro de marketing. En el caso de los objetivos de las redes sociales deben ser, de marketing por supuesto, pero específicos para la difusión de información, la promoción del negocio y la generación de una comunidad. Este es, probablemente el aspecto más importante y más diferenciador de la herramienta “redes sociales” frente a otras herramientas de marketing.
Tu objetivo principal tiene que ser establecer una comunidad alrededor de una idea o de tu producto/servicio. Para eso lo mejor es definir qué es lo que tu empresa, tu producto o tu servicio pueden hacer por esas personas que conformarán tu comunidad. A veces se trata de formación, otras de un sentimiento común, a veces es simple ocio. En el caso de las redes sociales que usamos en trabajarenunpueblo.com el objetivo es generar una comunidad concienciada y dispuesta a actuar (de forma más o menos activa) en la lucha contra la despoblación.
Por cierto, al pie de la página tienes los enlaces a las redes sociales por si quieres seguirnos y compartir nuestro contenido).
Una vez que comienzas a crear tu comunidad, el siguiente objetivo debe ser la difusión de información enfocada a preparar la venta. Por mucho que se pueda, en las redes sociales no se vende casi nada. Es cierto que hay opciones pero las personas rara vez (o mejor dicho, en unos pocos sectores únicamente) compran. Sin embargo, prescriben productos, enseñan productos, difunden productos… comparten información que de alguna forma termina trasformándose en ventas.
El público de un negocio en un pueblo está en las redes sociales
A pesar de que salen informaciones en los medios afirmando que muchas cuentas de las redes sociales son falsas, la realidad es que en las redes sociales está el público de tu negocio, esté en un pueblo o en una gran ciudad. Si hay cientos de millones de usuarios de las principales redes sociales, es muy probable que también esté una buena parte de tus potenciales clientes. Desde luego, es más fácil que los encuentres allí que en cualquier otro lugar físico.
El problema está en cómo encontrarlos. Pero eso se soluciona creando contenidos adecuados, publicando de forma regular y buscando algunos mecanismos para potenciar el contenido que vas publicando. Por tanto, deberás definir quién es ese público potencial, ese al que te interesa llegar a través de las redes sociales, tendrás que averiguar cómo consume el contenido y qué tipo de contenido consume y crear algo similar para atraer su atención.
Aprende a usar el marketing de contenidos para atraer clientes
A partir de ese contenido, la constancia en la publicación y la promoción de algunos contenidos para obtener una mayor visibilidad, ayudarán a la creación de una comunidad alrededor de tus perfiles sociales que ayudará al éxito de tu negocio en un pueblo. Pero no puedes publicar lo mismo en todas las redes sociales. Debes intentar adaptar el mensaje a cada red social.
Cosas que puedes hacer para promocionar tu negocio (el plan de acción)
Lo primero que debes entender es que si quieres promocionar un negocio en un pueblo no puedes estar siempre hablando de tu negocio porque a la gente de tu comunidad puedes aburrirla con tanto autobombo. Así que si tu estrategia consistía en publicar cada día que estás ahí y que vengan a comprar ya puedes ir cambiando de estrategia.
Crea un hilo argumental
Lo mejor es crear un hilo argumental de tu estrategia de publicaciones. Un storytelling o hilo argumental es un argumento que te ayuda a publicar contenidos en diferentes redes sociales, de formas diferentes, pero manteniendo la coherencia en tu comunicación. Este hilo argumental debe ayudar a tus seguidores en su vida a formarse, a involucrarse en una causa o simplemente a pasar el rato.
Si tienes un hotel rural en un pueblo o un restaurante no es necesario que cada día le cuentes a tus seguidores que la habitación cuesta tanto o que tienes wifi, ni tampoco que el menú de hoy incluye lentejas o que hay un salón para reuniones familiares.
Un hilo argumental para un negocio de alojamiento rural puede ser compartir las tareas cotidianas, imágenes del paisaje cambiando con la climatología, pequeños consejos para disfrutar de unos días en la zona, rutas o actividades del pueblo… y para eso puedes tener una cuenta en Twitter donde hablas de cómo está el tiempo, una cuenta en Instagram colgando fotos del huerto, el jardín o los alrededores, una en Facebook para dar consejos para visitar la zona, un canal de Youtube donde pongas vídeos de paseos y de los atractivos turísticos… y por supuesto, un blog en tu web para desarrollar esos contenidos y ayudar al posicionamiento en los buscadores de tu negocio.
Publicar de forma recurrente
A veces pensamos que es necesario publicar todos los días y muchas cosas y que eso va a suponer un esfuerzo muy grande y que no podemos hacer porque no somos profesionales. Nada más lejos de la realidad.
Lo importante en las redes sociales es que seas constante y previsible, no que seas prolífico. La mayoría de las cuentas comienzan publicando mucho al principio para poder llenar los muros de las redes de contenido, pero una vez que ya han conseguido un nivel de contenidos aparentemente abundante y de seguidores pendientes de las redes, se puede bajar el ritmo a una cantidad que puede ser de uno o dos contenidos al día o cuatro o cinco a la semana. Si tenemos varias redes, podemos hacer contenidos para el blog y el canal de youtube e ir difundiéndolos de vez en cuando en los diferentes perfiles.
Buscar la interacción
El objetivo en las redes sociales es mantener relación e interactuar, luego debes buscar con tus contenidos el mayor número de interacciones con tus seguidores.
Lo primero son los “me gusta” de cada red. Es la interacción básica y tiene importancia, sobre todo, en los primeros minutos de la publicación, porque los algoritmos de las redes sociales premian aquellas publicaciones que obtienen mayor número de interacciones.
Después van los comentarios dentro de la red social. Estos son importantes porque te permiten responder e interactuar con tus seguidores. Para fomentar los comentarios siempre es útil hacer preguntas en los contenidos, pedir que den su opinión, etc.
La tercera interacción es la de compartir los contenidos. Esta es muy importante porque te permite llegar a otros usuarios, aumentar tu comunidad, tu notoriedad y tu reputación como líder de opinión o de información en un tema. Si es posible, debes fomentar que se comparta. A veces se realizan concursos o promociones para fomentar este tipo de interacciones.
Y la última y la más relevante es la de compartir y comentar (si es posible mencionando). Si vas a promocionar contenidos, hacer concursos o regalar cosas es mejor que pidas que se comparta, se comente y te mencionen. De esa forma puedes controlar lo que se comparte, puedes aumentar la visibilidad de tu marca y aumentas la autoridad de tu perfil para la red social.
Mide, analiza y evalúa
En todo plan de acción debe haber un espacio y un presupuesto para medir las acciones, analizar los resultados y evaluarsi están dando el rendimiento que esperabas o no.
No tienes por qué dedicar mucho dinero a esto, pero sí un poco de esfuerzo. Todas las redes sociales tienen estadísticas que puedes mirar para ver qué contenidos son los más compartidos, comentados o apreciados. Luego existen herramientas como Metricool y Hootsuite que te sirven una para medir las estadísticas de tu blog y de unos pocos perfiles sociales o para programar contenidos en las diferentes plataformas.
No importa cómo lo hagas, pero hazlo porque si no mides lo que haces puedes estar esforzándote en crear contenidos que no te ayudan a promocionar tu negocio en un pueblo.
En definitiva, si vas a emprender en una pequeña población debes entender que no es algo descabellado. Tiene sus pros y sus contras. Debes hacerlo con cabeza y con un plan de negocio. Pero también es cierto que debes arriesgar y salirte de tu zona de confort. Hoy se pueden montar muchos tipos de negocio en una pequeña población y la mayoría de ellos deben ser o formas diferentes de negocios tradicionales o negocios que hoy ni nos planteamos llevarnos a un pueblo. Pero la digitalización, Internet y las Redes Sociales están ahí para ayudarte. Y si no sabes cómo, siempre puedes consultarme.
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Más información:
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- Emprender en una pequeña población: algunas consideraciones
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