Marketing y Gestión de la marca sí es necesario. Hay al menos un par de razones para usar anglicismos y tecnicismos en mi blog. Y eso que me cuesta un horror, porque yo no soy un angloparlante, quizá sea un anglochapurreante y no estudié Marketing ni Dirección de Empresas, sino periodismo. Me enseñaron a contar historias de forma sencilla, atractiva y comprensible. Lo primero que me dijeron en la universidad es sé breve, claro y conciso. Y cada vez que tengo que escribir un post en el blog tengo que ser extenso, técnico y preciso. Y todo ello no es incompatible, ni mucho menos, pero para lo que escribo siempre tengo que usar palabras técnicas que vienen del Inglés. Cuando escribo para mis clientes en sus blogs de empresa tengo que adaptar los contenidos a su público-objetivo, a su jerga, a su lenguaje técnico. Se trata de un proceso camaleónico en el que me disfrazo de experto en la materia de la que escribo. Como periodista no me es ajena esta forma de trabajar. Me enseñaron a escribir sobre temas muy diversos, adaptarme, hacer las preguntas adecuadas y dar el enfoque más efectivo para atraer a mi público. Si tu proyecto necesita un copy escribeme.
¿Por qué es necesario usar anglicismos y tecnicismos en un blog?
En primer lugar, yo escribo artículos en “Le damos al Branding” con una funcionalidad: atraer a mis posibles clientes a través de contenido de calidad e indexación en Google. Por tanto, como copy, tengo que conocer bien cómo buscan mis clientes el contenido en los buscadores y cómo atraigo su atención a través de titulares y descripciones. Yo hablo de temas relacionados con el Branding, el Marketing, el SEO, el Storytelling, el Growth Hacking, el Inbound Marketing, el Branded Content, incluso mi trabajo es el de copy. Y lo hago porque mis clientes buscan esos términos en Google. También utilizo sinónimos o términos traducidos al castellano porque hay personas que sí que utilizan esos términos. Tengo que buscar un equilibrio, pero en la mayoría de las ocasiones necesito utilizar anglicismos para conseguir que mis artículos posicionen adecuadamente en Google para las búsquedas que realizan mis posibles clientes. Por otra parte, tengo que difundir el contenido en las redes sociales y para ello tengo que optimizar los titulares y las descripciones para atraer el interés de las personas que pueden leerme y pueden contratar mis servicios. Igualmente, tengo que utilizar estos términos para que vean que conozco la jerga, que sé de qué hablo y tengo los conocimientos suficientes como para atraer su atención. En muchos casos, si utilizase términos en castellano puede que algunas personas no se dieran cuenta de que es contenido actual y de calidad. No es que no quieran contenido en castellano, es que cuando escanean sus muros y sus timeline buscan esos términos que son técnicos y que suelen estar en inglés para detectar aquellos artículos más interesantes. Parece que escribir sin anglicismos y sin tecnicismos no es atractivo.¿Hay que cambiar de actitud?
Yo no escribo el blog “Le damos al Branding” para enseñar castellano (y menos inglés). Tampoco para evangelizar sobre el uso de nuestro idioma nativo. Creo que el lenguaje es funcional, tiene que servir para comunicarnos y si la comunidad a la que yo me dirijo, en la que me quiero integrar y de la que quiero ser un actor activo, espera contenidos llenos de anglicismos y de tecnicismos tengo que adaptarme y crear el contenido más atractivo.En resumen, las cruzadas lingüísticas son para los de la RAE, yo me conformo con que mis posibles clientes encuentren mi contenido, lean mis artículos y de vez en cuando me manden un comentario agradeciendo mi esfuerzo. Por cierto, muchas gracias a todos por leer este blog.
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